
Picu Llera, Peñanes (Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2017)
Localización
NE del pueblo de Peñanes, parroquia de San Esteban.
Referencias y Catalogación
El asentamiento fue reconocido por el profesor José Manuel González y Fernández-Valles el 31 de marzo de 1961 siendo añadido a su catálogo de castros de 1966 (González, 1976:113). Incluido en la Carta Arqueológica del concejo de Morcín elaborada en 1998 por Rogelio Estrada García.
Régimen de Protección Legal
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) el 23 de diciembre del 2013 y Catálogo Urbanístico de Morcín (Ar-017).
Descripción
Se localiza en un cerro calizo de 529 metros de altitud, lugar relevante del concejo desde el punto de vista estratégico ya que desde el mismo se domina algo más de los 2/3 del tramo de cuenca del río Caudal, en particular la vegas de Argame y Sta. Eulalia. Su control se extiende asimismo, hasta la confluencia del Caudal con el Nalón y la práctica totalidad de la cuenca del río Morcín.
2017
Recinto de planta ovalada con unas dimensiones en el eje E-W de 100 metros de longitud y un ancho de 38 metros en el N-S. La superfie intramuros es de unos 2.900 m².

Picu Llera, Peñanes (Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2017)
Los elementos defensivos de carácter natural se definen por las fuertes pendiente del promontorio, sobre todo las septentrionales. Los elementos defensivos de caráter artificial estaban compuestos por una muralla que abrazaba la vertiente meridional del promontorio, desde los sectores oriental y occidental. De ésta apenas quedan sus cimientos y el producto de su derrumbe, una banda pétrea de unos 8 metros de ancho. Levantada en seco con bloques calizos, presenta con un ancho de 1,50 metros y una longitud de unos 120 metros.
No se reconocieron huellas de más obras defensivas, como los fosos citados por otros autores en su ladera SE (Fanjul y Menéndez, 2004, pp.114). El yacimiento fue visitado por Felix Marcos García González y por Eduardo Pérez-Fernández el 15 de abril de 2017.

Derrumbes de la muralla del Picu Llera (Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2017)
2014
Es descrito como castro de grandes dimensiones, de unos 70 x 60 metros. «Del yacimiento se observa todo un anillo de derrumbes que rodea la cima de la colina, por su lado Oeste, ya que las partes Norte, Este y Sur tienen como defensa un enorme precipicio vertical, y tan solo entre la pared sur de la colina, y la parte más accesible de ésta, se realizó un foso excavado en roca, de unos 8 metros de ancho» (Fanjul, 2014, pp.187).

Derrumbes de la muralla del Picu Llera (Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2017)
1998
Recinto de medianas dimensiones, de unos 97 x 39 metros y de planta irregular, sobre todo en su flanco septentrional, donde se adapta al sinuoso contorno del promontorio. En la mayor parte de su superficie, aflora el roquedo calizo, a excepción de un sector en su flanco occidental y en la plataforma adosada a la cara interna de la muralla de un ancho máximo que oscila en torno a los 5-6 metros y que recorre la vertiente meridional (Estrada, 1998).

Vista general del Picu Llera (Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2017)
El flanco septentrional del promontorio presenta una escarpada pendiente de difícil tránsito por lo que las labores defensivas se concentraron en las restantes vertientes. Éstas consistían en una muralla, sobre la que se asentaba la citada terraza de hábitat, que se levantó en seco con bloques calizos, quedando de ella solamente sus cimientos. En algunos sectores muestra un ancho de 1.50 metros alcanzando una longitud que superaba los 100 metros (Estrada, 1998).
Periodización

Acceso al Picu Llera por el sector occidental (Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2017)
Indeterminado
En unos derrumbes del frente NW se documentó en superficie una mano de moler de arenisca de forma esférica y pulimentada de unos 6 x 7 cm. Se ha propuesto su uso como base para amasar el barro antes de modelar las piezas cerámicas (Fanjul y Menéndez, 2004, pp.114).
Período Romano
Se ha sugerido una posible cronología romana del yacimiento en base a la morfología del enclave, muy similar al cercano Picu la Corona de Llancia, y al hallazgo de monedas en el lugar (Fanjul y Menéndez, 2004, pp.114).
Estado de conservación
El yacimiento no acusa, a simple vista, afecciones muy relevantes. La existencia de relatos legendarios en torno al castro, hacen probable la presencia de rebuscas de furtivos en el mismo. Su estado de conservación es regular.

Desde el mismo se domina algo más de los 2/3 del tramo de cuenca del río Caudal, en particular la vegas de Argame y Sta. Eulalia. Su control se extiende asimismo, hasta la confluencia del Caudal con el Nalón y la práctica totalidad de la cuenca del río Morcín. (Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2017)
Leyendas y tradiciones
En Peñanes se recogieron las siguientes tradiciones:
- «Desde el Quentu les Espineres hasta la Peña Furacá hay cien libras de oro tra de una piedra labrá.
- De allí sacaron objetos antiguos y alguna moneda de oro, que se dejaron olvidados los moros. (Fanjul y Menéndez, 2004, pp.113)
- En el cercano pueblo de Peñanes se han recogido noticias del hallazgo de algunos objetos metálicos atribuídos a los «moros» que se perdieron por el precario estado de conservación que presentaban (Estrada, 1998).
Bibliografía
ESTRADA GARCÍA, R. (1998) Carta Arqueológica de Morcín.
FANJUL PERAZA, A.(2004) Los Castros de Asturias, una revisión territorial y funcional. Ayuntamiento de Teberga.
FANJUL PERAZA, A., MENÉNDEZ BUEYES, L.R. (2004) El complejo castreño de los Astures Transmontanos. Ediciones Universidad de Salamanca.
FANJUL PERAZA, A.(2014) Los Astures y el Poblamiento Castreño en Asturias. Tesis Doctoral. Universidad Autónoma de Madrid.
GONZÁLEZ y FERNÁNDEZ VALLES, J.M.(1976): “Catalogación de los castros asturianos”, en Miscelánea Histórica Asturiana. Imp. Gofer. Oviedo,(pp. 101-132).