Localización
Parroquia de Santibañez de Murias, concejo de Ayer y parroquia de Parana, concejo de L.lena
Denominación
Monte Curriel.los, Castil.lu la Carisa
Historiografía
Conocido desde el siglo XIX, según referencia de Elías García-Tuñon y Quirós de 1858. Catalogado como castro por José Manuel González y Fernández Valles en 1964, y analizado como tal en sucesivos trabajos hasta su reinterpretación como campamento romano de campaña en 2001 por Rogelio Estrada García y Jorge Camino Mayor. Fue excavado entre los años 2003 y 2008 por Rogelio Estrada y Yolanda Viniegra.
Régimen de Protección Legal
Descripción Arqueológica
El campamento de Curriel.los se ubica a 1.700 m de altura, 5 km al Norte del eje de la Cordillera Cantábrica, siguiendo el cordal de La Carisa y aprovecha un tramo de sierra entre dos collados, donde se genera una plataforma de dos pequeños cerros unidos por una pequeña depresión, que se alza casi 1.500 m sobre los valles que lo flanquean.
Estrada García, R. 2001 Ficha 28
El aparato defensivo se compone de un primer sistema de tres barreras concéntricas, los dos interiores seguidas y la exterior más separada, que rodean el cerro hasta la vertiente oriental. El segundo sistema defensivo se compone de dos líneas adelantadas de fosos dobles que discurren en ángulo oblicuo por la ladera SW, en cuyo vértice se encuentra una fuente. En ambos sistemas defensivos se repite el esquema de dos fosos cóncavos de poco más de 5 metros de ancho y un metro de profundidad y posible perfil en “V” del tipo fastigata que responden a los cánones de las fossae duplex de los campamentos romanos. Los fosos rematan en un terraplén o agger de apenas 2 metros de altura.
Otros elementos defensivos se han documentado en la plataforma del sector meridional, recortada por N y E por un foso y un terraplén delimitando una superficie subrectangular. También se documentó una especie de doble surco a lo largo de la ladera occidental de una loma localizada al S del campamento. Este sistema de fortificaciones da lugar a un complejo de hasta tres recintos que ocupan un espacio habitable de 2,5 hectáreas.
Camino Mayor, J. Estrada García, R. y Viniegra Pacheco, Y. 2005
Conjunto campamental romano conformado por 4 recintos, tres plataformas complementarias externas, así como otro espacio fortificado en un cerro localizado más al S. Se distinguen, a grandes rasgos, dos sectores defensivos claramente interconectados. El primero está compuesto por 3 recintos en torno a la cumbre de la elevación defendido por tres líneas defensivas concéntricas (vallum 1, vallum 2 y vallum 3) salvo un tramo en el flanco oriental, defendido por la verticalidad de la pendiente.
El recinto superior o nuclear ocupa una extensión de casi 1.200 m². Es una explanada de planta ovalada de 50 x 26 metros en la cima rodeada por un cinturón de piedras que, tras las intervenciones arqueológicas, delató los restos de un amplio basamento, el vallum 1, que pudo alcanzar 1.20 metros de altura por el lado externo y debió servir de asiento a una empalizada. No se documentaron ni evidencias constructivas ni objetos, tan solo dos espacios circulares con huellas de rubefacción.
El segundo recinto se dispone ladera abajo y está delimitado por el vallum 1 y una linea de fortificaciones concéntricas denominadas vallum 2. Tiene con una longitud de 170 metros, rodea la cima y está compuesta por un paseo de ronda interno de 5 metros de ancho, un talud o agger de 2.20 metros de altura y cuatro fosos o fossa cuadruplex de pequeño tamaño (2 y 3 metros de ancho y entre 1.5 y 1.8 de profundidad) con caballetes intermedios, contra-aggeres.
El tercer recinto se dispone unos metros ladera abajo y está delimitado por el vallum 2 y el vallum 3, éste último conformado por otro paseo de ronda de 7 metros de ancho, un agger de altura y dos fosos o fossa duplex de hasta 3 metros de ancho el más externo con contrafosos, de 2 metros de ancho.
El otro sector diferenciado se localiza por la cara meridional del cerro, basculando hacia la occidental y se compone del denominado cuarto recinto y dos líneas defensivas, vallum 4 y vallum 5. El recinto es de planta triangular, se dispone en la ladera SW y está delimitado en la parte superior por el vallum 3 y dos largos fosos dobles que descienden ladera abajo en dirección a una fuente. Uno de ellos es el vallum 4 y parte desde la ladera W con un trazado rectilíneo hacia SW a lo largo de 200 metros. El otro es el vallum 5 y discurre por la ladera más meridional, también con trazado recto y una longitud de 175 metros. Ambos convergen en vértice dejando una surgencia de agua en su interior.
Igualmente se documentaron tres terrazas o plataformas sin aparentes restos defensivos en los flancos oriental y meridional, así como otro recinto independiente en un cerro localizado más al S con huellas de fortificación.
BOPA, 68/2017, resolución declaración Bien de Interés Cultural. 2017
Según la descripción del decreto «En el cerro septentrional se concentran las defensas con tres vallados concéntricos que rodean la cumbre. La defensa interna consta de un talud que cierra la cima, la intermedia está constituida por un agger petrosus con fossa cuadruplex, mientras que la exterior posee un agger y fossa duplex. Las dos últimas se funden en el lado Norte para generar un vallum de cuatro fosas que discurre por la vertiente oriental al pie del cierre más elevado. Desde sendos puntos distantes del cierre más externo, otros dos valla, integrados por agger y fossa duplex, descienden por la zona suroeste de la ladera con un trazado convergente, que da lugar a un recinto triangular que engloba en su lugar de encuentro un manantial. Todo este sistema defensivo es precedido de un largo brachium, integrado por agger y fossa, que recorre la totalidad de la ladera más al Norte hasta desembocar en un barranco por debajo del manantial y tras cortar la vía. Por su parte, el cerro meridional muestra evidencias de haber sido fortificado con un vallum de agger y fossa duplex que lo rodearía de Norte a Sur por la ladera occidental, aunque aparece arrasado por la erosión en su tramo meridional o no fue terminado.
La ladera occidental presenta una morfología diferente, con un escalonamiento de varias plataformas irregulares, originadas por inmensos deslizamientos geológicos, cuatro de los cuales se incorporaron al asentamiento: tres de ellos en alineación paralela a la dorsal y otra, que alberga en su centro una gran charca, más baja y separada por un tramo de ladera. Un foso con profundo escarpe desgaja las dos primeras, estando a su vez dividida la segunda por un vallum de agger y fossa. La primera plataforma fue independizada paralelamente del recinto triangular por un vallum, quizá con fossa, que aprovecha la dorsal de la sierra. Varios segmentos de lomeras perimetrales que delimitan los lados septentrional y oriental de las terrazas pueden corresponder a aggeres que realzan el relieve natural. La suma de longitudes de defensa activa de todo el campamento para el posicionamiento de tropas supera 1,5 km.
Las defensas solo permitían el acceso por la vía principalis que partía de la vía de La Carisa, cruzaba el cerro Sur y llegaba hasta la cima del enclave. La complejidad de las fortificaciones genera múltiples recintos de características desiguales, en general de tamaño modesto.
En la franja meridional del recinto 2, las excavaciones arqueológicas documentaron la existencia de barracones de los que se exhumaron tres estancias. Su planta es rectangular con el eje mayor paralelo a la vía principalis, junto a la que se ubican. Se trata de una construcción de la que se localizaron los zócalos de piedra de 0,60 m de anchura. Los restos calcinados de vigas escuadradas, alguna con clavo inserto, revelan que las paredes eran de madera y barro. Las habitaciones presentan un ancho de 3,40 a 3,70 m y una longitud de 4,60 m y las investigaciones revelaron que habían sido objeto de varias reformas. Al otro lado de la vía se ubica otro barracón de 5,60 m por 3,80 m.»
Cultura Material
Hay referencias al hallazgo de un casco de bronce en 1849 por un vaquero en las inmediaciones de Curriel.los (Tunón y Quirós, 1860a) y a un objeto descrito como la cimera de otro en Fuentes (Tuñon y Quirós, 1860b, además de una punta de lanza de bronce en el puerto (Cabal, 1953)
Durante las intervenciones arqueológicas realizadas por Rogelio Estrada y Yolanda Viniegra entre los años 2002 y 2008 bajo la coordinación científica de Jorge Camino Mayor se recuperó numerosa cultura material de naturaleza metálica perteneciente a este asentamiento militar estacional:
«La colección de materiales recuperados ofreció una gran variedad de objetos de hierro. Entre ellos cabe destacar: media docena de clavijas de tienda y varias barras para el mismo fin; una docena de clavos de formas desiguales idénticos a los documentados en una catapulta tipo scorpio en Camínreal (Teruel) para fijar el capitulum a la catapulta; media docena de conteras relacionadas con armas arrojadizas o mástiles de tiendas; varios pila y pasadores de su fijación al ástil, dos pila de catapulta, dos lanzas y un posible proyectil de honda; dos azadones y el enmangue de otro, una dolabra, un aguijada, un cincel, varios clavi caligarii y una cuchara; también un gatillo del mecanismo de disparo de una catapulta. Tanto estos como el resto de materiales son propios de un campamento de campaña.» (BOPA)
Periodización
Romano.
Estado de conservación
Regular. Erosión natural.
Leyendas y tradiciones
Son numerosas, pero es complicado separar las que tiene un origen culto de las de procedencia popular. Dentro de esta últimas podemos incluir la obtenida por Gausón Fernández de un vecino de Santibáñez de Murias, Marcelino Fernández Miranda, de 74 en 1994. Según había escuchado a su abuelo en Las Yanas de Curriechos habían estado atrincherados los moros tras una gran matanza en Busllimoso, donde se localiza la Fuente de El Sepu. Fue tan grande que durante dos años hubo sangre rodando por ella arriba. Los moros fugitivos huyeron hacia Pindiella donde los atraparon y colgaron de un viga, de donde quedó el nombre de Pindiella (Camino Mayor et alli, 2005:37-38)
Bibliografía
«BOE» núm. 288, de 27 de noviembre de 2017, PDF
«BOPA» núm. 246, de 24 de octubre de 2017, PDF
CAMINO MAYOR, J., ESTRADA GARCÍA, R. y VINIEGRA PACHECO, Y. (2001) «El campamento romano de la Vía Carisa en Asturias Transmontana.» en Espacio, Tiempo y Forma, Serie I, Prehistoria y Arqueología. t. 14. pp:261-276
CAMINO MAYOR, J., ESTRADA GARCÍA, R. y VINIEGRA PACHECO, Y. (2013). «Excavaciones arqueológicas en el Campamento Romano del Monte Curriel.los (La Carisa, Aller/Lena)». En Excavaciones arqueológicas en Asturias 2007-2012: en el centenario del descubrimiento de la caverna de la peña de Candamo. Gobierno del Principado de Asturias. Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Pp. 253-266)
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TUÑON y QUIRÓS, E.G., (1865), «Antigüedades de Asturias», en González Solís y Cabal, P., Memorias asturianas, 1890, pp:228.