
Vista general de El Castro de Vigo (Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2022)
Localización
Vigo, parroquia de Veiga, Navia
Catalogación
Descubierto por José Manuel González y Fernández Valles en 1961, será descrito por Jorge Camino Mayor en 1989 e incluido en su catálogo de castros de costeros de 1995. Será añadido a la Carta Arqueológica de Navia elaborada entre 1991 y 1994 por Bernardino Díaz Nosty y Gerardo Sierra Piedra.
Régimen de Protección Legal
Incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) del 13 de diciembre del 2013 y en Catálogo Urbanístico del concejo.
Descripción
Se localiza en el extremo de una península marina, delimitada por potentes acatilados por todas sus vertientes, salvo el sector SE, que es por donde se une al continente.
1995: Camino Mayor, J.
Es sistema defensivo del enclave se concentra en su sector meridional, cortando la península de acantilado a acantilado y estaba compuesto por tres fosos, un parapeto y un talud.
El foso más externo discurre curvilíneamente entre los acantilados mostrando un alzado al exterior de 1 metro frente a 0.50 m al interior, con una anchura de cuatro metros y una longitud de 69 metros. Según este autor “pese a que su posición está por delante del primer foso, parece tratarse del relleno de éste, quizás con el material de un parapeto asociado, más que de un parapeto inicial.”

Vista general de El Castru de Vigo desde el SE (Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2022)
El sistema de defensas queda definido por un talud que, “tras arrancar en ambos extremos en dos pequeñas incisiones costeras, adapta su dirección mediante un giro abierto en el vértice SO.” Dicho elemento defensivo, tiene una longitud de unos 170 metros y su altura varía entre dos y tres metros, siendo coronado “en su segmento occidental con un parapeto que remata un metro por encima del recinto.” (Camino, 1995:139-141)
Las huellas de este “primer foso se limitan a una incisión de seis metros de longitud que muestra cuatro de anchura en la base y dos de profundidad observable sobre el acantilado O. Su recorrido sería igual o paralelo al de la forma monticular señalada, como confirma su relleno en el corte del otro acantilado.” Le sigue un parapeto y el tercer foso, de unos 59 metros de largo. Sobre éste un talud compuesto de tierra y piedras pequeñas se levanta unos 3,5 metros de altura culminando en recinto.

Detalle de las líneas defensivas de El Castro de Vigo (Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2022)
El recinto es de planta sub-rectangular, de unos 78 x 64 metros, presentando una superficie de 69 áreas. Al acceso al mismo se debía hacer a través de una “rampa de hasta siete metros de anchura que corta las defensas más internas en su parte central.” Otro posible recinto podría existir entre los dos primeros fosos, y se limitaría a una faja de terreno de unos 10 metros de anchura. (Camino Mayor, 1995:90-94)
2014: Fanjul Peraza, A.
Castro costero de unos 60 x 40 metros, definido como de pequeño tamaño. Las obras defensivas se concentran en “el sector SE., donde una línea posiblemente formada por hasta 3 fosos, pero de los que sólo se observa uno hoy en día, cortaba el acceso al poblado. Un talud curvilíneo a la entrada del castro, que conecta con lo que parece el arranque de un foso, muestra la posible colmatación de parte de las defensas. En los perfiles del acantilado, se pueden ver los cortes de éstas, cuyo trazado posterior se pierde en la llanura.”
La rampa de acceso al recinto, de hasta 5 m. de anchura, se considera que “podría corresponder con un aplanamiento contemporáneo de ese sector de las defensas.”(Fanjul Peraza, 2014:347)
Periodización
Se desconoce.
Estado de Conservación
Explanación de dos fosos y el parapeto por el acondicionamiento agrícola del terreno. Igualmente, se vertieron escombros a causa de unas obras realizadas en el cercano pueblo de Vigo así como la obtención de piedra para edificaciones.
También se tiene constancia de excavaciones clandestinas a inicios del siglo pasado a cargo de un vecino; varios socavones en la parte alta del terraplén defensivo pueden deberse a estos saqueos. Por último, también citar la actividad erosiva eólica y marina que afecta al conjunto, ya que “la mitad distal del recinto se halla en su mayor parte desprovista de suelo y motiva que la roca quede al descubierto.” (Camino Mayor, 1995:94)
Leyendas y Tradiciones
Los moros fueron quienes levantaron castro dejando en él “dineros” al abandonarlo. Igualmente se atribuye a ellos “una caseta -posible vivienda circular- en la que vivían bajo tierra.”(Camino Mayor, 1995:94)
Bibliografía
CAMINO MAYOR, J. (1995), Los castros marítimos en Asturias, Fuentes y Estudios de Historia de Asturias, 7, RIDEA, Oviedo. pp. 90-94
FANJUL PERAZA, A.(2014) Los Astures y el Poblamiento Castreño en Asturias. Tesis Doctoral. Universidad Autónoma de Madrid. pp.347
GONZÁLEZ Y FERNÁNDEZ-VALLES, J. M. (1976), Miscelánea Histórica Asturiana. Oviedo. pp.114