El Monte Caserín se encuentra justo en el límite de los concejos de Colunga y Villaviciosa. ¿Sabíais que fue descubierto por un alcalde y excavado por un aparejador hace más de un siglo? Aquí tenéis otro desaprovechado referente de la arqueología y el turismo de Asturias abandonado a su suerte bajo una plantación de eucaliptos.

(Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2018)
Se emplaza en una loma sobre las localidades de Castiellu de Arriba, en el concejo de Villaviciosa y Castiellu de Llué, en el concejo de Colunga. Aunque la vegetación ahora no lo permita, tiempo atrás, desde esta fortificación se debía controlar el pasillo costero y el valle que se abre al W de Colunga.

(Braulio Vigón y su esposa en una magen obtenida de https://fondos.gijon.es/)
Fue dado a conocer en 1892 por el que fuera alcalde de Colunga, Braulio Vigón Casquero. De esta colina y en otras del concejo decía que “conservan señales inequívocas de antiguas fortificaciones, hechas a no dudar, para amparo de las centurias destinadas por Furnio a someter la población indígena que ocupaba este territorio” (Vigón, 1882:10). Esta interpretación romanista de la naturaleza de los castros era la seguida por la mayoría de los eruditos de la época. Para ellos, estas fortificaciones sólo podían entenderse como obras levantadas por el genio romano.

(Reproducción de la fotografía de Aurelio de Llano propiedad del ayuntamiento de Caravia. http://caravia.org/)
Sin embargo, no tenemos ninguna prueba de que se tratase de una fortificación romana. Y eso que nuestro castro fue excavado parcialmente en 1919 por Aurelio del Llano y Roza de Ampudia, el excavador de El Castru de Caravia. Por desgracia, no se conservan los diarios de aquella intervención arqueológica y nos quedamos como estamos a la hora de proponer una cronología para este enclave. Otro hecho sorprendente es que aún con todas estas referencias, no fue reconocido por el gran catalogador de los castros asturianos, José Manuel González y Fernández Valles.

(Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2017)
Si lo hicieron en los años 1990 y 1992 los arqueólogos encargados de la elaboración de las cartas arqueológicas de los concejos de Villaviciosa y Colunga. En todas las descripciones se refiere la existencia de un potente talud (posiblemente coronado por una muralla) rodeando la loma, así como por un foso y un parapeto térreo en el frente N. También se sugirió la existencia de otro posible talud externo en el espacio ocupado por el camino. ¿Qué queda de todos estos elementos defensivos?

(Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2018)
Desde el aire, podemos apreciar la monumentalidad del talud citado por los realizadores de los inventarios arqueológicos. Sobre éste y al igual que se ha constatado en otros recintos fortificados, pudo haber una muralla o una empalizada de la que actualmente no quedan huellas. El talud es de tierra y aún conserva una altura de unos 5 metros, siendo el elemento defensivo más fácil de reconocer de El Monte Caserín.

Modelo Digital de Terreno a partir de datos LIDAR (PNOA 2012) e imagen 1956-1957 Vuelo Americano Serie B (Fuente: https://fototeca.cnig.es/fototeca/)
Esta imagen aérea tomada el 10 de octubre de 1956 fue realizada cuando su espacio estaba aprovechado como pastizal. El talud rodeaba toda la cima de la loma e, incluso, parece que estaba coronado por un muro por la ladera meridional. ¿Restos de la antigua muralla o quizás una construcción más reciente reaprovechando su ruina?

(Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2018)
A sus pies, se cavó un foso del que solo queda una pequeña vaguada al haber sido parcialmente rellenado. Era frecuente que, con el material obtenido de cavar los fosos, se levantara una barrera térrea en paralelo justo antes para dificultar el acceso al recinto. En nuestro castro, dicho parapeto casi no se aprecia sobre el terreno, pero existió como lo vamos a ver gracias a las nuevas tecnologías.

(Montaje: Eduardo Pérez-Fernández © 2022)
Gracias a este Modelo Digital del Terreno generado con datos LIDAR se confirman nuestras sospechas. Efectivamente, el potente talud rodea la cima de la loma por todas sus laderas y además podemos reconocer en el sector oriental lo que parece una rampa, posiblemente el punto de acceso al recinto fortificado. El foso y el parapeto que le antecedía que solo se dejaban ver en el Norte, también abrazaban la ladera occidental.

(Montaje: Eduardo Pérez-Fernández © 2018)
La replantación de eucaliptos que cubre el yacimiento arqueológico complica mucha la interpretación de este, pero ese no es el problema principal. En algún momento, cuando que quiera extraer la madera de la plantación y para facilitar la labor es posible que se utilice maquinaria pesada, lo que conlleva la apertura de pistas que pueden aún dañar más el enclave. En la actualidad hablamos de un 70% (1.200 m²) de la superficie total (1.700 m²).

(Imagen: Eduardo Pérez-Fernández © 2018)
Y aquí terminamos nuestra visita a este enclave único, confiando en un futuro mejor para nuestro patrimonio …😉 Si queréis saber más sobre El Monte Caserín, no dudéis en echarle un vistazo a su ficha y, recordad, proteger nuestro pasado, es una obligación de todos.
Bibliografía
ADÁN ÁLVAREZ, G. (1992): Carta Arqueológica de Colunga, Ficha 39.Consejería de Cultura del Principado de Asturias. No publicada.
FANJUL PERAZA, A.(2004) Los Castros de Asturias, una revisión territorial y funcional. Ayuntamiento de Teberga.
FANJUL PERAZA, A.(2014) Los Astures y el Poblamiento Castreño en Asturias. Tesis Doctoral. Universidad Autónoma de Madrid.
MARTÍNEZ VILLA, A., CABO PÉREZ, C., VILLA VALDÉS, A., REQUEJO PAGÉS, O. (1990): Carta Arqueológica de Villaviciosa.Consejería de Cultura del Principado de Asturias. No publicada.
VIGÓN CASQUERO, B. (1882) Antigüedades romanas de Colunga (Apuntes para un libro) Biblioteca de la Opinión de Villaviciosa.